Una reforma integral de apartamento en Valencia, un apartamento sin uso durante 50 años, situado en un edificio en esquina del barrio de Ruzafa Una distribución obsoleta y excesivamente compartimentada que privaba a la vivienda de calidad espacial y luz natural. Una oportunidad.
El espacio se desnuda, eliminando tabiques, revestimientos, falsos techos en mal estado, quedando descubierta la estructura original. En el acceso se sitúan las zonas comunes a través de las cuales se accede al resto de estancias. El uso de la tradicional persiana alicantina delimita el ámbito público de la vivienda y además de resolver las diferentes alineaciones existentes en el espacio central, dota de flexibilidad y aporta el grado de intimidad necesario a cada espacio.
El color blanco domina, dejando el protagonismo a la riqueza espacial y a las texturas de los diferentes materiales. El pavimento de madera recorre toda la vivienda a excepción de las zonas húmedas donde se recupera la baldosa hidráulica original.
La orientación sur-oeste de la fachada principal garantiza grandes ganancias térmicas en invierno. En verano, en cambio, se protegen las aberturas de las ventanas con persianas alicantinas exteriores que nos protegen del sol a la vez que permiten la ventilación cruzada tan necesaria en estas zonas del mediterráneo. Las alicantinas interiores también son de gran importancia ya que permiten conservar la privacidad visual sin impedir la circulación y renovación del aire de cada estancia.